16 de septiembre de 2025
l abogado afgano Abdul Hussain Ashna, especialista en derecho internacional y defensor de los derechos humanos de la minoría hazara y de las mujeres afganas, junto con su esposa Masooma Ahmadi, también activista, se encuentran en grave riesgo tras haber sido perseguidos y atacados por el régimen Talibán en Afganistán, y posteriormente hostigados por las autoridades y servicios de seguridad en Irán mientras vivían en el exilio.
Abdul Hussain Ashna ha trabajado como profesor universitario, jefe de departamento en Kabul y funcionario en la Oficina de la Presidencia de Afganistán. Es fundador de la organización Human Rights Defenders Social Community (HRDSC), desde donde documentó crímenes de guerra y de lesa humanidad cometidos contra la población hazara, la comunidad chií y las mujeres afganas, y presentó denuncias ante la Corte Penal Internacional (CPI). Ha representado a decenas de víctimas de tortura, violación, desapariciones forzadas y asesinatos.
Debido a estas actividades, él y su esposa Masooma fueron identificados por el gobierno Talibán y desde 2019 recibieron constantes amenazas de muerte. El 27 de enero de 2022, fuerzas talibanas irrumpieron violentamente en su domicilio en Kabul: golpearon a Masooma, embarazada en ese momento, hasta causarle hemorragias, amenazaron con ejecutar a su hijo de seis años y confiscaron sus equipos y documentos.
Una vez exiliados en Irán, su estatus migratorio fue precario y sufrieron presión directa de las autoridades iraníes, que les prohibieron continuar con su labor de defensa de derechos humanos y los amenazaron con deportación si persistían en sus denuncias contra los talibanes. Abdul fue repetidamente interrogado y coaccionado para abandonar su trabajo con la Corte Penal Internacional, tras negarse, sufrió la confiscación temporal de su pasaporte, amenazas de muerte y agresiones físicas contra él, su padre y su hijo durante un acto religioso en Teherán en 2025. Hoy vive escondido y bajo constante temor por su vida.
El Observatorio Internacional de Abogados en Riesgo (OIAD), profundamente preocupado por la situación, exige que se garanticen corredores humanitarios seguros para Abdul Hussain Ashna, Masooma Ahmadi y sus hijos, así como para todos los defensores de derechos humanos, mujeres, niños y minorías perseguidas. Es urgente concederles la posibilidad de salir de Irán con su familia y solicitar asilo político en un país seguro.
El Observatorio insta a las autoridades iraníes a que respeten plenamente el principio de no devolución consagrado en la Convención de Ginebra sobre el Estatuto de los Refugiados, ratificada por la República Islámica de Irán en 1976.
El Observatorio insta al Estado iraní a que ponga fin de inmediato a las expulsiones forzosas de todas las personas que corren el riesgo de ser perseguidas en Afganistán, en particular los profesionales del derecho.
El Observatorio pide que se garantice la seguridad y la protección contra toda forma de violencia, acoso o detención arbitraria de la abogacía afgana en el exilio.
El Observatorio condena firmemente cualquier medida destinada a intimidar, expulsar o restringir los derechos fundamentales de los abogados afganos refugiados.