Proyecto Pegasus: abogados y abogadas de derechos humanos entre los seleccionados como posibles objetivos de un ataque de espionaje a gran escala

Proyecto Pegasus: abogados y abogadas de derechos humanos entre los seleccionados como posibles objetivos de un ataque de espionaje a gran escala

Una filtración masiva de datos revela que el software de espionaje Pegasus, diseñado por la compañía israelí NSO Group, ha sido utilizado por clientes gubernamentales para vigilar a profesionales de la abogacía, periodismo, activistas de derechos humanos y políticos de todo el mundo.

La filtración de una base de datos, creada desde 2016, con más de 50.000 números de teléfono, apunta a que estos profesionales y activistas fueron seleccionados para ser intervenidos a través del software de espionaje Pegasus. La creación de NSO Group, una vez instalada en el teléfono de las víctimas, permite al atacante acceder a toda la actividad del teléfono, pudiendo incluso grabar la misma.

Por su parte la empresa insiste en que Pegasus únicamente está destinado a la persecución contra terroristas y delincuentes. Sin embargo, resulta alarmante que la herramienta se haya vendido a algunos de los países con más alto índice de denuncias internacionales por vulneración de los Derechos Humanos y que los perfiles de los seleccionados como objetivos de vigilancia sean mayoritariamente profesionales de la abogacía, periodismo, activistas de derechos humanos y opositores al gobierno. Estas actuaciones son especialmente graves al tratarse de ataques contra operadores que trabajan por la defensa de los derechos humanos desde sus distintas profesiones.

El OIAD lamenta particularmente la cantidad de abogados y abogadas seleccionados como objetivos en los datos filtrados, entre los que se encuentra el abogado londinense Rodney Dixon, encargado de representar casos de alto perfil vinculados a los derechos humanos[1].

Adicionalmente, las indagaciones también muestran que el teléfono del abogado francés Joseph Breham estaba infectado con el software Pegasus que fue empleado por Marruecos. El abogado ha trabajado en casos de derechos humanos en Marruecos y el Sáhara Occidental, lo cual relaciona directamente con el ataque[2].

Por último y según las informaciones publicadas por los diferentes medios de comunicación, en el caso de México, 15 mil personas pudieron ser espiadas durante el Gobierno del expresidente Enrique Peña Nieto, a través de la extinta Procuraduría General de la República (PGR), el Ejército y el Centro de Investigación y Seguridad nacional. En este sentido, destaca el espionaje a algunos de los padres de los 43 normalistas desaparecidos de Ayotzinapa y al abogado defensor del caso, Vidulfo Rosales[3].

Ante tales acciones el OIAD condena firmemente estas actuaciones que suponen una injerencia ilegal en la vida privada de las personas seleccionadas y vigiladas, así como una grave vulneración del derecho al secreto profesional de la abogacía que pone en peligro el libre ejercicio de esta profesión.

 

El OIAD recuerda a las autoridades involucradas en tales acciones que la independencia de los abogados es uno de los principales indicadores de la salud democrática y consolidación del Estado de Derecho. Ello, de conformidad con lo dispuesto en los Principios de Naciones Unidas para La Función de los Abogados (1990):

«Los gobiernos garantizarán que los abogados a) puedan desempeñar todas sus funciones profesionales sin intimidaciones, obstáculos, acosos o interferencias indebidas» (Principio 16)

«Los gobiernos reconocerán y respetarán la confidencialidad de todas las comunicaciones y consultas entre los abogados y sus clientes, en el marco de su relación profesional.» (Principio 22)

«Los abogados, como los demás ciudadanos, tienen derecho a la libertad de expresión, creencias, asociación y reunión. En particular, tendrán derecho a participar en el debate público de asuntos relativos a la legislación, la administración de justicia y la promoción y la protección de los derechos humanos, así como a unirse o participar en organizaciones locales, nacionales o internacionales y asistir a sus reuniones, sin sufrir restricciones profesionales a raíz de sus actividades lícitas o de su carácter de miembro de una organización lícita. En el ejercicio de estos derechos, los abogados siempre obrarán de conformidad con la ley y con las reglas y normas éticas que se reconocen a su profesión». (Principio 23)

El OIAD expresa su solidaridad hacia los abogados y abogadas afectados.

El OIAD recuerda que los abogados son actores de la justicia que contribuyen diariamente al desarrollo del derecho y protegen los derechos humanos y las libertades fundamentales

El OIAD exige una investigación exhaustiva, independiente e inmediata

El OIAD seguirá con especial atención el desarrollo de los procedimientos iniciados por los abogados y abogadas directamente afectados por el software de espionaje PEGASUS».

 

[1] «Dixon ha tenido entre sus clientes a Matthew Hedges, el estudiante de doctorado británico encarcelado en Emiratos Árabes Unidos, y a Hatice Cengiz, la prometida del periodista saudí asesinado Jamal Khashoggi. Ella también fue investigada con Pegasus y los análisis forenses hallaron evidencia de una infección exitosa.»

Proyecto Pegasus: quiénes son los activistas y abogados que aparecen en la filtración mundial de espionaje (eldiario.es)

[2] “En ese momento, también estábamos trabajando en denuncias documentadas, fundamentadas y bastante graves sobre los presos políticos saharauis.”

 

https://www.franceculture.fr/geopolitique/joseph-breham-le-maroc-cest-la-coree-du-nord-a-2-000-kilometres-de-paris

 

[3] https://www.elsoldemexico.com.mx/mexico/sociedad/movimiento-los-43-de-ayotzinapa-afectado-por-espionaje-de-pegasus-6985374.html